¿Mazda CX-90 puede considerarse un SUV premium?

¿Mazda CX-90 puede considerarse un SUV premium?

¿Mazda CX-90 puede considerarse un SUV premium?

 

Hay un nuevo SUV en Mazda, uno que llega a redefinir muchas cosas en la marca, incluido su enfoque ahora hacia un mercado premium. El Mazda CX-90 se convierte en el buque insignia de la casa, y lo hace por la puerta grande: con fierros dignos de un modelo con sello premium, interiores de alto nivel y el motor más potente de Mazda hasta la fecha.

 

El CX-90 es un SUV de tres filas de asientos que tarde o temprano reemplazará al CX-9. Basta con ver de reojo sus especificaciones para entender que Mazda no lo quiere poner al nivel de un Toyota, un Volkswagen o un KIA; el Mazda CX-90 nace con lo necesario para hacerle cuido a Acura, a Lexus, a Infiniti... e incluso a alguna alemana de lujo.

 

Mucho de eso comienza desde su plataforma. El CX-90 fue desarrollado bajo una nueva arquitectura, llamada LARGE. Se trata de una plataforma de tracción trasera —aunque siempre bajo una aplicación de tracción integral— y motor longitudinal. En el caso del CX-90, es un motor turbo de seis cilindros en línea y 3.3 litros, con tecnología mild-hybrid, capaz de generar 340 hp y 369 lb-pie. Si estás familiarizado con las configuraciones de BMW, seguro encontrarás similitudes con lo nuevo de Mazda; la arquitectura del CX-90 es muy similar a la de un X3 o un X5.

 

Estrena una caja automática de ocho cambios "sin convertidor de par", desarrollada específicamente para esta plataforma.

 

El Mazda CX-90 también estará disponible en versión híbrida enchufable. Bajo esta configuración pierde el motor turbo de 3.3 litros, en favor del conocido bloque de 2.5 litros de Mazda, que apoyado por un motor eléctrico es capaz de generar un total de 323 hp y 369 lb-pie. La marca no ha mencionado su autonomía eléctrica, pero sí especifica una batería de 17.8 kWh.

 

Una cabina altamente refinada y equipada

El interior también deja claro el enfoque premium al que ahora apunta Mazda, al menos con sus modelos de gama alta. El CX-90 recibe una exquisita mezcla de tonos y texturas a lo largo y ancho de la cabina. Hay superficies decoradas con madera, otras tapizadas en cuero, unas tantas más con acabado tipo aluminio y telas de gran tacto.

 

La sensación de calidad de siente por encima de lo que encontramos en Highlander, Sorento, Pilot o Teramont, y mucho más afín a un Infiniti QX60 o un Acura MDX.

 

Lleva Kinematic Posture Control, un sistema que mitiga el movimiento del cuerpo en curvas para que los pasajeros viajen siempre en una postura natural.

 

Habrá distintas opciones de colores de tapicería a elegir y una buena dotación de equipamiento. A lo largo de la gama veremos pantallas de 12.3" tanto para el sistema de infotenimiento, como para el cuadro de instrumentos digital. Se suman head-up display, asientos con calefacción y ventilación, una cámara de asistencia de estacionamiento llamada See Through View, techo panorámico, entre otros.

 

Ahora bien, en términos de apariencia, el Mazda CX-90 podrá llevar hasta rines de aluminio de 21" y un nuevo color, llamado Artisian Red. Esta pintura luce vibrante cuando le da la luz directa, pero oscura cuando no es así; marca muy bien las sombras y exalta las superficies de la camioneta.

 

A la venta en México en junio

El Mazda CX-90 forma parte de los tres lanzamientos de la marca previstos para este año en México. Su llegada —si todo sale como está planeado— está prevista para junio, inicialmente con el motor turbo de 3.3 litros. El próximo año también estará disponible en nuestro país la versión híbrida enchufable.

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